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El jardín de las delicias. ¿Pintura narrada?

Me atrevería a decir que el Jardín de las delicias es "un cuadro de cuadros" y a buen seguro no he de ser la primera que lo afirme ni la última. Hay algo en él de misterioso. A medida que uno se va acercando descubre pequeños detalles, pequeñas cosas que van desvelando escenas. No todas las escenas te transmiten lo mismo, incluso alguna tendrá el fantástico poder de cambiarte el estado de ánimo.

Algunos sostienen la hipótesis de que era militante de una secta que propiciaba estados alterados de conciencia como el historiador W. Fraenger. Sea como fuere, tuviese o no acceso a otras parcelas de la percepción humana que no son las más habituales es innegable la existencia de sus "pesadillas fantásticas" o "fantásticas pesadillas".

Sus enigmáticos cuadros contrastan con la pintura de esa época (la flamenca). Veamos un solo ejemplo. El matrimonio Arnolfini de Van Eyck, uno de los maestros.



Pensemos en los cuadros de El Bosco... Un detalle del cuadro que comentamos:



Nos encontramos, a mi parecer, con dos cosas clave. El primero tiene una lectura lineal, es lo que vemos, el segundo es lo que imaginamos. Otro punto importantes es que en el primero la lectura ( símbolos fuera) es la lectura analógica, el segundo es un gran hipertexto pictórico. Empieza donde tú quieras (Cortázar).

Desde mi punto de vista, innegablemente algunas de las definiciones dadas están en este mismso camino.

Una sugerencia: El maestro del Prado de Javier Sierra.

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